Declare la Bondad de Dios

Declare la bondad de Dios

 

La bondad de Dios es uno de los atributos fundamentales de Dios, así como una definición de su esencia misma. Dios, por naturaleza, es bueno, como el Salmo 34:8 nos dice: "Gustad y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en Él." Él es la base de la bondad y de todo lo bueno.

Podemos mirar algún momento difícil de nuestra vida y sentir que el Señor no nos ha manifestado su bondad. Sin embargo, las situaciones inesperadas y nuestro limitado entendimiento no alteran en absoluto quien es Él. Una circunstancia puede no ser buena, pero la bondad de Dios no depende de eso.

“Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia” (Salmo 107:1)

“¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!” Salmo 31:19).

“Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey ; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días” (Oseas 3:5).

Nos asegura que el propósito de Dios para nosotros es bueno.

Santiago 1:17 dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." Sin embargo, debemos recordar que las cosas buenas no siempre pueden presentarse como experiencias felices. A veces el bien puede venir disfrazado de adversidad o dificultad, pero Dios puede utilizar las dificultades para bien, como aprendemos en Romanos 8:28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

Dado que el Todopoderoso es inmutable, Su bondad nunca puede cambiar. El nunca será mejor de lo que ya es ahora, ni será tampoco nunca menos bueno.  Todo lo que El hace es bueno. Ya que Dios es Infinito, Perfecto y Eterno, Su bondad es ilimitada y nunca puede cambiar ni mucho menos agotarse.  Todo lo que haga siempre será bueno.  Tiene bienestar sin fin guardada para nosotros.

El Señor quiere animarnos hoy, ya que, independientemente de cómo se vean las cosas o nos sintamos, veremos cómo se manifiesta Su bondad en nuestra vida.

Lucas 5:26 será nuestro testimonio: “Todos quedaron asombrados y ellos también alababan a Dios. Estaban llenos de temor y decían: Hoy hemos visto maravillas”.

Continuemos alabando al Señor y démosle gracias anticipadas por lo que hará. El Señor ha visto nuestro corazón y la fidelidad para buscarlo con más intensidad, Él nos mostrará su bondad.

Debe comenzar a declarar la bondad de Dios en su vida. Declare confiadamente: “El rostro de Dios está resplandeciendo sobre mí, y Él desea ser bueno conmigo”, así es cómo Dios dice que seremos bendecidos, cuando empecemos a declarar su bondad. Esto es fe.

La bondad no sólo es un atributo de Dios, sino una verdad fundamental que todo cristiano debería abrazar. 

 

Permíteme hacer algunas declaraciones a su vida:

 

Declaro que es bendecido con, valentía, con habilidades y creatividad con abundancia.

Declaro que es bendecido con una voluntad firme, domino propio y disciplina.

Declaro que usted es bendecido con la sabiduría que proviene de Dios, y que tiene un propósito claro para su vida.

Declaro que es bendecido con una increíble familia, con buenas amistades, con buena salud, con favor abundante, con satisfacción y éxitos.

Declaro que es bendecido con realización, con ascensos y con protección sobrenatural.

Permita que estas palabras entren en lo profundo de su corazón y su mente y se hagan una realidad en su vida.

Declaro que es bendecido con un corazón obediente y con una actitud positiva de la vida.

Declaro que es bendecido en su ciudad; es bendecido en el campo; es bendecido en donde quiera que se encuentra, cuando entra y cuando sale.

Declaro que todo lo que hagan sus manos prosperará.

¡Declaro que es bendecido!

Le animo a recibir estas palabras y a que las medite, aprenda a hablar bendiciones sobre su propia vida y su familia, amigos, bendiga su futuro. Recuerde que una bendición no es una bendición hasta que es declare. Si usted comienza a hablar audazmente las bendiciones sobre su vida y las vidas de los que le rodean, Dios le proveerá de todo lo que necesita para vivir la vida abundante que Él quiere que tenga.