Todo el mundo anhela grandeza. Pero el camino hacia el reconocimiento y el honor es un camino sorprendente: el difícil camino del servicio humilde. Es el mismo camino recorrido por Jesús, quien no vino para ser servido, sino para servir. En este mensaje, el Dr. Stanley inspira a los creyentes a seguir los pasos de su Señor y Salvador.
La motivación del Dr. Stanley está mejor representada por la verdad de Hechos 20.24 (NTV): “Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios”. Esto es porque, como él dice, “es la Palabra y la obra de Dios, lo que transforma la vida de las personas”.
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