El gozo viene cuando nos damos cuenta que el fuego hace que el producto final sea más valioso y hermoso.
Nadie está libre de pruebas. Para ser realistas, usted está ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra. Sin embargo, adoramos a un Dios misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida.
Primero, el Padre celestial da a los cristianos su presencia, y la promesa de que nunca los abandonará (He 13.5, 6).
«Nunca te dejaré ni te abandonaré.» Así que podemos decir con confianza: «El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre?»
Este es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento Él nos infunde consuelo, valor y confianza.
Segundo, el Señor bendice a sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades. Él tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que su mano nos guiará, y seremos bendecidos. A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.
Tercero, el Padre celestial da a los creyentes el potencial para crecer. Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en Dios y para conocerlo más a fondo tanto a Él como su poder y su amor.
Nadie se deleita con las pruebas. Pero recuerde expresar gratitud por la mano de Dios en su vida, y por la manera en que usará la adversidad para ayudarlo a ser todo lo que Dios tiene previsto para usted. Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor.
“Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse.” (Santiago 1:2-3)
¿Por qué permite Dios las pruebas en nuestra vida? Las pruebas ayudan a aumentar nuestra fe y dependencia en Dios. La Biblia dice que nuestra fe es como el oro que necesita ser purificado y refinado por fuego. El gozo viene cuando nos damos cuenta que el fuego hace que el producto final sea más valioso y hermoso.
El Sufrimiento Vendrá
Nuestra esperanza no puede estar basada en una vida cómoda y sin problemas aquí en la tierra. Jesús dijo: “Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Jesús dice que debemos esperar sufrimiento. Él dice que tendrá pruebas. Él no dice “si vienen las pruebas”. La promesa de Jesús es que tendremos victoria sobre las cosas del mundo, no felicidad en ellas. La Biblia nos advierte a no amar las cosas del mundo y sus placeres (1 Juan 2:15-17). El mundo se está desvaneciendo y junto con él, sus placeres.
El Sufrimiento Aumenta la Fe
Jesús murió para hacernos santos y justos. La fortaleza de nuestra fe y nuestro carácter es más importante para Él que nuestra felicidad pasajera. “…esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios. También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. (Romanos 5:2b-4)
Cuando llegan las pruebas, estás nos obligan a confiar en Dios. Nos damos cuenta que no podemos depender de nuestra fortaleza y conocimiento. Jesús quiere que creamos en Sus promesas sin importar nuestra situación actual.
Enfóquese en el Gozo
Cuando nos enfocamos en Jesús y las cosas del Cielo, vemos nuestras pruebas aquí en la tierra como algo temporal. Ellas no se pueden comparar a las cosas maravillosas que Dios tiene preparadas para nosotros en el cielo.
“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman.” (1 Corintios 2:9). Nosotros podemos soportar el sufrimiento cuando tenemos fe en las promesas de Dios sobre la eternidad. Jesús mismo pudo soportar la cruz “debido al gozo que le esperaba…” (Hebreos 12:2b)
Nuestra oración debe ser: “Quiero entender lo que realmente importa, a fin de llevar una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva. Estar siempre lleno del fruto de la salvación es decir el carácter justo que Jesucristo produce en mi vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.” (Filipenses 1:10-11).
Recuerde que es Dios le ama.
Recuerde que Su Palabra dice que esto obrará para bien para aquellos que le aman
De gracias por las cosas pequeñas, el techo sobre tu cabeza, el poder respirar… Para muchas personas esas son cosas gigantescas, pero entiendo que las pruebas a veces nos nublan la razón.
Piense en lo que Dios ha hecho por usted en el pasado.
Considere sus bendiciones eternas, como la salvación y el poder vivir con Cristo por la eternidad
Exprese esa gratitud en oración, en adoración, y compártela con alguien cercano a usted
Memorice estos pasajes y medite en ellos:
Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación. 2 corintios 4:17
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Romanos 8:18
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