Dios promete alentarnos, darnos paz durante los tiempos difíciles y levantarnos cuando nos sintamos decaídos; Él nos dará nuevas fuerzas cuando nos sintamos cansados; y responderá cuando estemos buscando y tratando de alcanzar nuestras metas. Y lo más importante, promete que fortalecerá nuestra fe cuando esta sea probada. Vemos que Dios, en su Palabra, nos hace promesas específicas según nuestras necesidades.
La motivación del Dr. Stanley está mejor representada por la verdad de Hechos 20.24 (NTV): “Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios”. Esto es porque, como él dice, “es la Palabra y la obra de Dios, lo que transforma la vida de las personas”.
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