En las manos del Alfarero
Jeremías 18. 5-6
Entonces el Señor me dijo: «¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, israelitas,
lo mismo que este alfarero hace con el barro? Ustedes son en mis manos como el
barro en las manos del alfarero. Yo, el Señor, lo afirmo. Cuando pensamos en
que somos arcilla en las manos del Alfarero, y en las diferentes formas que Él
trata con nosotros, podemos descansar sabiendo que “en sus manos” es
exactamente el lugar en que queremos estar. Padre, perdónanos cuando nos
descarriamos. Tómanos en tus manos y moldéanos en lo que deseas que seamos. En
el nombre de Jesús oramos. Amén
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